Bueno, pues ya estamos aquí de vuelta. Tras unos cuantos meses retirado del divertido arte del juntar letras, volvemos con ímpetu renovado. Y vuelvo para reseñar el nuevo trabajo de la banda de Balaguer, Rehenes, "Arañazos bajo la piel".
De entrada estamos hablando de una banda veterana, que en este 2019 cumple su treinta aniversario. Banda veterana, solvente y con un estilo nada definible. Eclécticos y nada previsibles se mueven por todos los recovecos del rocanrol. Facturan en este caso, un trabajo con once temas, en los que enfatizan, más aún, su habitual maestría a la hora de abordar los diferentes sonidos.
El disco se abre con “ Equilibristas“, un tema con claro aroma a rock americano ochentero, poderosas armonías. Tema muy fresco y ágil.
A continuación viene “En el desierto“ que vendría a ser el contrapunto a la anterior. Es un tema punzante, hiriente. Guitarras como guijarros, una sección rítmica poderosa y una letra devastadora sobre la salvaje y cruel existencia “ encontrar una señal, encontrar una salida.. no hay rock and roll en el desierto..”
En “Después del incendio” encontramos una suerte de lirismo arrítmico que es una constante en todo el disco, una atmósfera que sobrecoge, pedales de órgano y una voz que recoge los pedazos de un alma que se derrumba, formando con todo ello un conjunto que por momentos alcanza lo sublime.
Y llegamos al tema que da nombre al disco ,“Arañazos en la piel”, tema progresivo con una preciosa letra que nos cuenta “ .. atado a mil cadenas, solo me lleva mi fe. Es mi amarga condena”. Simplemente brutal y con un acertado uso del pedal Steel.
Llegando casi al ecuador del disco, nos encontramos con “Se que voy a encontrarte”, un tema delicioso con entrada de metales y aromas funk y reggae “.. todo se compra, todo está en venta..” unas letras con un cierto aire maldito que al que escribe le remiten levemente a los geniales Alarma!.
“El cielo de Marte“ es un tema desgarrador, poético.. una historia llena de una belleza que estremece. Pone los pelos de punta. Todo, desde los coros, hasta la elegante sensualidad de la voz principal, es ciertamente conmovedor. Te remueve por dentro y consigue ponerte los pelos de punta. Espectacular.
“Piezas de ajedrez” es un ejercicio de rocanrol energético con ciertos aromas Billy y una letra punzante y peligrosa como una flecha untada en ponzoña. Este grupo demuestra a estas alturas para gente que no los conocía en exceso, como era mi caso, que poseen un discurso métrico propio, que no son esclavos de la rima fácil y que tienen mucha calle a sus espaldas. Tanta como para llevar a cuestas cierto desencanto que trasladan a las canciones.
La siguiente sorpresa nos llega en forma de tema cantado en catalán, “No surt el sol a tot arreu“, una pieza de orfebrería pop, poderosa, con ritmos muy marcados de batería y bajo, y una delicadeza de unos coros que son una maravilla al servicio de unas armonías que tienen muchos muchos quilates.
Va aproximándose el final, doblando la última recta, con “Cielo gris“, quizá el tema que más me ha gustado del disco. Tristeza elegante, desgarro existencial, un original patrón de batería que unido a un piano desnudo, le da un punto descarnado “ ..como un beso frio”. El tema va evolucionando hacia un crescendo “ .. cielo gris, la noche está en tus ojos tan feliz..”
La penúltima canción del disco se llama “La distancia” y con ella retoman un estilo más luminoso y optimista, un bello ( y bien ejecutado) ejercicio de Americana que le da un punto versátil y diferente a la factura final.
Y con “ Eternos y salvajes” llegamos al final del disco “.. se detuvo el tiempo al otro lado de la calle, seremos eternos y salvajes siempre..” Tiene este tema a mi entender una sobrecogedora atmósfera jazz, ciertos destellos de psicodelia, violines, poesía en el texto.. cierto regusto a The Doors, en una sola palabra. Belleza.
Estamos hablando, en definitiva, de una delicada obra de precisión, donde diferentes retazos, de diferente factura entre si, acaban encajando de una forma virtuosa, demostrando que estamos ante una banda, que si bien ha preferido siempre permanecer en un discreto segundo plano, tienen talento sobrado para acreditarse como una de las bandas de rock con más talento del territorio nacional.
Son por último, unos maravillosos contadores de historias, historias descarnadas, tristes, urbanas y noctámbulas, habitando “ .. entre aullidos del ayer y sueños que se escapan..”
Buen trabajo, Rehenes!
Texto: Edu Bestia
Texto: Edu Bestia
Rehenes son:
Antonio Guillen Pedra. Guitarra Acústica y voz.
Miquel Juarez. Bajo y Coros.
Xavi Monge. Teclados y arreglos.
Edu Castillo. Guitarras y Coros.
Txabi Abrego. Guitarras, Mandolina y Percusiones.
Txer. Bateria
Colaboraciones.
Jordi Gasion. Armónica en “ Equilibristas”
Carles Castells, Ignasi Guillén, Jaume Sanchís, Joan Casañas y Sergi Quintana. Vientos en “ Se que voy a encontrarte. “
Alba Muñoz, Carol Vidal, Marta Rafel y Tui Higgins. Coros en “ El cielo de Marte”
Francisco Javier Reyes Peña. Viola en “ Eternos y salvajes”
Guillermo Berlanga. Pedal Steel en “Arañazos bajo la piel”
Tui Higgins. Coros y voz solista en “ Cielo gris”
Mas info sobre Rehenes AQUI
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